Racing está como está por culpa de los bares de mierda

Ya no me quedan bares para ir a ver a la Acadé. Tan todos enlechados. El Bar Córdoba, en la esquina de Jean Jaurés, es un piedrón; y trasca está lleno de tacheros sucios y cogetravas. Ahí vi un cero dos contra Gimnasia y un cero uno contra River. El Bar de los Amigos, frente al Viejo Hospital de los Dequives, es el piorcito: ya les conté cuando me senté a ver un tres cero que terminó en tres a tres contra Vélez. El bar Tobas (ahora venido a kiosco con mesas) me caía bien porque el encargado era hincha de la Acadé. Pero ahí me morfé el partido contra Taiguer que perdimos en el final, y nunca más.  En el Guaraní no sólo te atienden para el orto sino que además cuenta en su haber con un cero dos con Estudián, Estudián… Y así pasé por varios otros hasta que el domingo encontré un diamante en bruto, el paraíso de los fierros, la mar de la sales, el aquelarre de las lechuzas: la heladería de Ecuador y Charcas.

Segurometal, la contradicción hecha póliza.

Grab your balls, little kids!

Uno, que es publicista, sabe que una buena marca es lo único que nos va diferenciar del resto. Uno, que es ser humano social y gregario, sabe que siempre es mejor ser mejor que peor y lindo que feo y así. Y que todas las marcas se ponen “líder” o “número uno” o “en chacinados, el mejor”. Por eso, siempre es saludable de ver cuando una marca toma el camino contrario, o al menos relativiza un tanto eso de “el más mejor”.

Pero ahora, qué me decís cuando te enterás de que hay una aseguradora que se llama segurometal. ¿Vos estás loco? ¿Cómo vas a confiar en alguien que se autonomina como “metal”?

Pero además, Segurometal es yeta. Ayer vi el partido Colón-Racing, que condenó, injustamente, a estos últimos a la Promo. Y apareció en la tanda una bella franja publicitaria que rezaba “Segurometal”. La primera que apareció, rajaron a Menghi. La segunda, Estudiantes le hizo un gol a Olimpo y lo empezó a mandar a la B. Y la tercera, el colmo: mi novia me gritó desde la otra punta de la casa que mi hijo se había cagado hasta la nuca y que “ayer que cagó como medio kilo me lo tuve que fumar todo yo. Así que a cambiarlo sin chistar”.

En fin. No hay templos seguros against la drapie.

Más mufa será tu abuela

El sábado pasado la Guardia Imperial coló una bandera que decía «Por Racing, chau mufa». La onda era pedirle a De Tomasso que no aparezca nunca más en la vida y acompañar el «hay que saltaaaar, hay que saltaaaaar, blanquicelesteeee, no esiste maaaaá». Je, me dan ganas de cantar. Pero sigamos.

El tema es que todos los años Racing está de malas. Y le echamos la culpa a Grondona por (amargo y) mafioso, a Liberman por (salame y) mentiroso, a De Tomasso por ladrón, a Marín por traidor y a los árbitros por hijos de puta. El resumen no es mío, es de Fede y lo pueden ver acá. Pero es un gran resumen de la historia de siempre.